¿Qué posición ocupo?
Cuando el rol, la jerarquía y los límites son claros se puede ir construyendo la cultura familiar que facilita el desarrollo de cada uno de los miembros de la familia.
Los sistemas familiares están formados por subsistemas: el subsistema parental (compuesto por la pareja adulta) y el subsistema de hermanos.
El lugar que se ocupa y actúa dota de sentido y funcionalidad a todos los miembros de la familia.
En ocasiones, existe una confusión de rol que borra los límites y desestructura la jerarquía.
¿Con qué consecuencias nos encontramos?
- Difuminación de roles y límites: La falta de claridad en los límites dificulta que cada miembro mantenga su espacio personal y emocional.
- Desorganización jerárquica: La falta de una jerarquía provoca una inversión de roles o un «parentalización», donde los hijos pueden asumir responsabilidades o roles de los padres.
- Alianzas y coaliciones disfuncionales: Sin límites y jerarquías claras, es común que se formen alianzas entre algunos miembros de la familia en contra de otros, generando tensiones y rivalidades.
- Confusión en la identidad personal: Afecta al desarrollo y sentido de identidad de los hijos.
- Dificultad para resolver conflictos: La falta de estructura impide que se establezcan normas de respeto y canales de comunicación efectivos, lo que hace que los conflictos se prolonguen, escalen o se resuelvan de manera inadecuada.
- Padres sin autoridad efectiva: Cuando no hay una jerarquía bien definida, los padres suelen perder su autoridad y su rol de liderazgo.
- Estabilidad y seguridad emocional afectadas: La familia puede volverse impredecible y caótica, lo que aumenta los niveles de estrés y ansiedad en todos sus miembros.
En resumen: Trabajar con la familia para restablecer roles, límites y una jerarquía funcional permite a cada miembro cumplir su papel adecuado y sentirse seguro dentro del sistema.
¿En qué te puedo ayudar?
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